viernes, 3 de setiembre de 2010

    Una sonrisa en la mañana
    en la mañana que me di cuenta
    que amaba la sonrisa y nada más

que no me importaban los árboles
el dolor de niño
ni la muerte.

    La sonrisa del momento presente
    de ella, de nada más que de ella

    La sonrisa de la vida
    La sonrisa de la mía

    hombre,
    ningún tesoro escondido.

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