la sombra del caballo negro
gigante de mi alma hambrienta

sobre tu cara herida
ya esta pasando...

pero la sombra
le dejó
a tu leopardo herido
la frescura y el sentir
de ese hambre,
mi hambre.

La flor más sola del campo.

La flor más sola del campo
abrió los ojos
para mirar a la distancia
en la noche, a las estrellas
centelleantes,
y en el día... a la sonrisa
de una niña.

La fuente de la vida

La fuente de la vida es el comienzo. Y el comienzo no es el principio, sino todo.
De la magia de la nada me queda la magia de todo.


Del amor que hoy parezco perder,
me queda las ganas
enormes
de querer amar

como siempre,
como dos veces me ha pasado en la vida.

3 amores

Quiero ver los atardeceres...
quiero verlos muchas veces,
quiero amarlos más
porque quiero amarla menos a ella.

El amor
es de la naturaleza,
es de la de ella
o es de los atardeceres,
cataratas,
mares
y montañas,
o es de la naturaleza
de uno mismo...

En esas tres maneras
tenemos que seguir
amando mucho
siempre...
siempre...

un último mate
frío,
lavado,
sacudido por una larga caminata,

pero el último mate...
Así son las despedidas:
todo eso.

Los restos del mate
más rico que he tomado
en mi vida.

Un negro caballo y un leopardo herido

Un negro caballo
resopla en tu cara,
es el enorme
y negro
caballo de mi alma...
(su amor propio)

te mira desde
la profunda oscuridad
te huele y te observa...

Nunca se detuvo
por galopar,
salvo ahora...
que un ágil
y herido leopardo
está adelante
de su andar...

(puesto adelante,
y adelante de  
su andar)

Se ha detenido
como nunca lo ha hecho...
Si diera libertad a su galope ahora,

ahuyentaría desde lo más profundo
a la mismísima oscuridad...
pero está observando...
está esperando
y mira y huele...

Aún le duele
esa espera,
porque no ha sabido hacer
otra cosa que galopar...

pero mira
y huele...
desde la profunda oscuridad...

Su cabeza es del tamaño del animal,
con su lengua lo acomoda
sin tenerse que esforzar...

pero desde la más profunda oscuridad
lo mira, lo observa
lo huele, lo mide...
lo trata de comprender...

Podría continuar su galope
(no deja de sentir
las ganas de hacerlo)
pero se da un instante más
y mira y observa
a ese leopardo
como el que
no ha visto ninguno jamás,
tan fuerte, tan bello,
tan ágil y tan grande...

lo mira, lo observa
lo huele, lo mide...
lo siente, lo cuida con su lengua...

un enorme caballo negro
de mi alma,
mi amor propio,
y un hermoso leopardo
de la tuya,
tu amor propio.

el beso silencioso
que te he dado
habla de las mil
cosas mágicas
que habitan

tus ojos

tus párpados dormidos...
tus mejillones dormidos
a la costa del mar.
tu olor a mañana
ardiente,
tus pétalos desiertos
y los chorros de agua
saliendo de tus pelos
bordeando las arenas
de tus senos
formados,

y el susurro
del viento
adistanciado
en las olas múltiptes
e indiferentes

de tus sonrisas,
tus cáscaras,
y tus orejas,

no puedo parar
de metaforizarte
y de cambiarte:
al opulento sol
naciente
tengo que yacer
ejercitado y experiente
para no
amarte
y matarte
sentimentalmente,
como a las cosas que veo...
a las cosas que conozco...

Tanto por tan poco

mirar tus ojos
brillados
a la ventana
de abajo

sonreir
al viento atrevido
que se lleva el aire...

al frio
que enturbia
nuestro calor...

al oscuro
miedo
que mantiene cautivos
a nuestros amores.

Flor sin fronteras - morir la muerte eterna

Flor sin fronteras,
las de la muerte,
el tiempo y las botellas
se hacen a la mar
de las ondas
que son eternas.

Morir es lo que todos
hasta las eternas cosas
sufren.

Morimos, no porque
seamos vivos...
sino porque todos
tenemos que sufrir
un poco
lo que sufren las eternas
cosas...