viernes, 29 de febrero de 2008

Momo

Mascarita humilde,

si es que las hacen,

tiemblan en la calle

los tambores

de tus admiradores

Se esconden en la vereda

los niños que nunca juegan

Y te persiguen siniestras

señoritas, ¡ay! si pudieras

y supieras lo que hacen

de ti...

Hubo un día que

eras hombre,

tenías tu corte

y tus escuelas,

esposas y mujeres

que te avivaran

soñadoras

Hoy la tumba

te ha dejado

sin tu boca.

Sin tu lengua

ya no cantan

los hombres

como antes.

Ahora es

tu máscara

de siglos, que anda

buscando en ésta

vida una poesía

06-11-07

Al invierno no se entra vacío

Yo busco una inspiración
Yo,
una inspiración.

Un silencio
un grito
más alto,
más profundo
que el diurno
discurrir…
que el nocturno

No hay
llamas
más altas
que el cielo.
Más amplias
que mis ojos,
no hay
imágenes…

Nada…

y sin embargo
yo busco
inspiración,
inspiración…
yo busco
más mi ilusión.

El arte, ¿Es la necesidad
de encontrar algo?
me es carnalmente
necesario…
es el último despertar a la muerte
el primer despertar
el único.

Todo el mal deliberado

Todo el mal del mundo
adquiero en éste disfraz,
atraviesa mi estrella
el espacio que no está
y en el tiempo que
se desnuda fugaz:
encuentro tu pelo
acechando
animal…

Otra vez
el silencio,
me aguarda
el final

El esperma
del mar,
me aterriza
en las olas
en la paz…

Más silencio
aguarda atrás…

espero entrar
a la libertad.

La humildad

La humildad
del que es
muy iluso
es la única
tierra de
un mundo que
se desvive
en planetas.

Anómalos seremos?

Hola, que largo y apretado verano
Habrá sido, que hoy ya es hoy.
Anómalos seremos, anómalos habremos sido.

Tanto amor ha sentido la tierra…
que nuestras animaladas
no son más que tiernas,
humildes caricias.

Nuestras anormalidades
son el eterno, normal
desperezarse
de la naturaleza.