viernes, 21 de enero de 2011

Trepar el arbol de una vida.

Si bien estoy al pie
de un bosque de árboles
en silencio
y escucho los movimientos
de sus hojas
y los gritos
de sus pájaros,

A veces trepo
uno de estos árboles
tronco arriba
y ramas adentro
siguiendo el pulso
de su savia
y me puedo encontrar
en la punta de sus ramas
siendo el que grita más
la preciosa vida
de este arbol.

Al pie de todas las vidas.

Otra vida
se abre camino
en la inmensidad

ahhh! ahhh!
no es la mía
ay! ay! ay!

De mis alas,
mis encuentros,
las cosas que han visto
mis ojos,

de todo eso...
solo me queda una inmensidad
que se abre reluciente,
vibrante de intensidad,
y toca mi boca,
esta adentro de mi cuello:
canta así...