miércoles, 17 de junio de 2009

De tus ojos anchos

De tu corazón
aprendí a amar
a la niña que
vive la vida
como si a ella
estuviera dedicada,
y a la adulta,
que sueña con
ser feliz
bajo un cielo
oscuro
de desilusiones...

De este amor,
que te privó
de tu esfuerzo...

De nuestro amor
que brilló en el atardecer
para hundirse en la oscuridad
tierna, del cansancio...
de la fría, fuerte,
madrugada.

Desde la niña
hasta la anciana
de tus ojos
lagrimeantes,
que acepta el futuro
con ternura
e ilusión para perder...

De vos aprendí
a amar lo ancho
de una mujer.

1 comentario:

vicky dijo...

el amor de ayer y el de mañana siempre van a estar llenos de gratitud por el lugar que les dejaste en tu corazón.